viernes, 21 de noviembre de 2014

La besé indirectamente

Esa mañana iba a regresar demasiado pronto a casa, eran las 09:05 y estaba esperando el transporte en la terminal de autobuses. A mis costados, sentados, estaban una mujer mayor y un vagabundo. Ambos fumaban. La mujer tenía en la mano una caja de cigarrillos de filtro, bajo sus pies habían ya unos 3 puchos. El vagabundo tenía entre los dedos una hojilla con tabaco casi terminada, lo disfrutaba dando pitadas lentas, igual de lentas que sus suspiros que expulsaban el humo, humo que se unía con las exhalaciones grises de la mujer, grises como el firmamento de esa mañana, dónde el humo se perdía.