viernes, 6 de junio de 2014

Me convertí en un cascarudo.

Estaba hace ya unas 4 horas en la computadora un 06/06/2014 (faltaba poco para el mundial de fútbol).


 Tenía frío, hambre, sueño, me faltaban ganas, estímulo y el coraje para levantarme de la silla (silla que enmarcaba con una perfección exquisita la forma del upite).

                                          ¿La silla hace al culo? o ¿El culo hace a la silla?


Mis ojos estaban resecos como lengua de loro. Virolo, estrabismado. Se encontraban yacientes en mi cara dos compotas semi abiertas, cuál labios de concha.
Mi espalda, encorvada, dejaba a las vértebras dibujarse en el buzo. Sentía a las mismas salirse de la carne, como un exoesqueleto que surgía de lo más profundo de mi ser para abrazarme desde la espalda. Estegosaurio.


                                               Stegosaurus.


Mi yo lírico se encontraba enmomiado, mi narrador, tenía dislexia, fue en ese mismo exacto, preciso momento que ME CONVERTÍ EN UN CASCARUDO.

No hubo proceso, ni síntomas, 4 horas en la PC sin moverme bastaron para momificarme en vida. Un exoesqueleto me protegía de la vida real, en un chat en el que mi vida había girado las últimas horas parecía estar toda mi diversión. Intenté pedirle ayuda a "tuputitacam", pero mis patas no hicieron más que tirar el mouse.

En la chiripiorca que conllevaba tener un nuevo cuerpo de repente, apoyé mi negro y duro abdomen en el teclado y sin quererlo mandé una solicitud de cam a "tamiicarp". Nunca la aceptó.
Me esperaba unos largos 10 minutos de tristeza, nunca llegaron, me obligaba a pensar cosas positivas. ¿Estaba mi mente siendo poseída? mi impronta era la negatividad. Pues claro, racionalmente un ser que con una plasta de mierda hace una pelota, obviamente es un ser positivo.


                                            Se han dado casos de fútbol 5, picaditos, caño mata y mete gol entra, entre cascarudos.


Quién pudiese llevar una séptica bola de mierda sobre su espalda, bajo el sol del desierto, en una bajadita de duna, debía de ser un tenaz cascarudo, macho, duro, y de buena cáscara. Una fantasía de hombre para las hembras.
Se pueden ya dar cuenta por mis anteriores artículos, que soy de pocas pulgas, y no vendo calzoncillos de lata como si fueran de acero. Un macho de pedigree como yo, debía ser un cascarudo con cuernos.
Y sí, el cascarudo silvestre, como si de un Rinoceronte africano se tratase, atropella contra todito lo que venga. No existe margen de error, si se equivoca, el cascarudo sigue. Se han dado casos en los que son atrapados por telarañas y en su afán de atropelle han sido atrapados por su misma tenacidad. La personalidad de un cascarudo es noble y honesta, a la vez genuflexa.

En el chat me nombraban, los trolls me insultaban, pero mi cáscara era tan pura, era tan dura, tan pero tan lisa y brillante, que sus palabras me resbalaban. Las balas no traspasaban mi recia coraza.
Aprendí a vivir con mi actual porte, por supuesto nosotros los coleópteros somos tipos pasionales, nos gusta luchar por lo que vale la pena.

                                             Una hembra cascaruda. El horrocrux del macho.

¡Tantas batallas se han librado en la historia, por flor de escarabajas! ¡Ay de mí, brillante, joven y entusiasta coleóptero, lo que me esperaba al conocer a una compañera!

Bastó un uppercut en el clípeo para dejarme fuera de competencia. Triste y nostálgico estoy en retrospectiva. Fijándome qué hice mal,preguntándome el por qué ella no me prefirió, recordando su perfume a flores, oh vaquita de San Antonio, en mi corazón, con fuego tatuaste tu firma. Pero nuestra especie, ya dije, somos positivos cómo un átomo que pierde un electrón. Todo sirve de experiencia, no me arrepiento de nada.

Así camino por la vida, haciendo crujir mis patitas en el pasto, me olvidé de la computadora, de la era de la información, ahora no vivo más allá de mi exoesqueleto, nada me amedrenta y puedo gritar al cielo que soy feliz al fin, aunque tenga alas y no pueda volar.

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