sábado, 26 de agosto de 2017

El Uruguayo y el perro.

(Domingo-15:23) Que sobrevuele la imaginación del lector sobre el nido de chinchibirri. Que vean con vergüenza ajena el cojinche que tiene éste señor por cama. Ahora que están bien posicionados podrán visualizar a la crisálida envuelta en cobijas que se plasta funesta en el colchón.

El crujir de la crisàlida anuncia su primer vistazo al mundo. Se quiebran las cobijas duras, y de a poco las patitas empiezan a arañar las paredes generando el sonido mas frenètico imaginable. Ante el trabajo que cuesta despojarse de la cubierta, el Uruguayo cesa de intentarlo, a lo mejor lo hace mas tarde, y ahì... nace, muerto, o al menos asì parece a simple vista.

Suena la alarma de las 16:00.
Vuelve una luz de vida a esa bolsa inerte, y de vuelta vienen los movimientos con los que rueda y cae al suelo. El sonido es como la caìda de un flan, y el traqueteo de las piernas acompasa el levantarse, que tiene la decrepitud de la jirafa recièn nacida.

Se mueve directo a la cocina, el recièn nacido debe alimentarse para no morir en el invierno hùmedo, la configuraciòn de su instinto està pronta desde el sueño, asì que hace un movimiento que parece ensayado de siempre: agarrar caldera-abrir canilla-cerrar canilla-sacar caldera-abrir hornalla-poner caldera.

Saliendo al patio y dispuesto a mamar de la teta del mate, con el termo bajo el ala, pega un chiflido.
Al trote viene Alpargata, un perro medio entre gris y marròn, como un color indefinido, que al fin y al cabo es el color del cosmos y de la mugre. Viene como aburrido y desganado, se sienta al lado del Uruguayo, mirando al horizonte, hace como que niega con la cabeza y pone la mueca del que se resigna ante la repeticiòn de la desgracia.

-Se me fue el dìa libre, Alpargata querido. - dice el Uruguayo mirando hacia donde miraba su mascota. El animal sin moverse un milìmetro y dejando pasar un silencio que establece solemnidad al fin repone - Usted ha nacido muerto nuevamente, muere todos los dìas y años, veo el cielo nublado y se ve igual que su futuro. El resto de la semana se levanta responsablemente para cumplir expectativas y metas ajenas. Tome un trago de mate y sienta la amargura como tal, porque en el dìa que a su jefe se le ha antojado que es su ùnico dìa de libertad, no ha hecho nada que le de vida. Hoy ha muerto otra vez mas, cuando lo trague la tierra y los gusanos se harten de usted, aùn asì seguirà muriendo dìa tras dìa porque nadie lo recordarà. Sienta la amargura como tal y digame, ¿que se siente ser asesinado por el olvido?.







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